Educación Superior
Ubaldo Gil Flores
Ubaldo Gil Flores
“Lo inesperado nos sorprende
porque nos hemos instalado con gran seguridad en nuestras teorías, en nuestras
ideas y, estas no tienen ninguna estructura para acoger lo nuevo. Lo nuevo
brota sin cesar; nunca podemos predecir cómo se presentará, pero debemos contar
con su llegada, es decir con lo inesperado.” (Siete saberes necesarios para la educación del futuro.)
Si somos realmente
universitarios estas frases las tomamos como sentencias y como axiomas
irrefutables, ahí es donde la precisión matemática impide que todo lirismo
subjetivo o discurso de ocasión engañe. No basta ser un buen profesional,
incluso un buen ser humano con altos valores éticos y familiares, hay que ser
sobre todo universitarios, entender lo que es la Academia, en su naturaleza
intemporal, que en abstracción discierne y está más allá del bien y del mal,
pero que para efectos prácticos piensa y resuelve los temas de la realidad y se
anticipa y crea fortalezas para los problemas del futuro, incluso crea la
cultura de la improvisación en el buen sentido para lo inesperado.
La Universidad Laica EloyAlfaro de Manabí, a nivel académico, tiene enormes fortalezas en las facultades
humanísticas y de ciencias exactas de las Ingenierías, Mecánica Naval, Ciencias
del Mar, Comercio Exterior, Contabilidad y Auditoría, Arquitectura,
Trabajo Social, Economías, Cultura Física, Ciencias Agropecuarias, Gestión,
Desarrollo y Secretariado Ejecutivo, incluso las facultades que ahora viven
problemas internos como Medicina y Comunicación han dado buenos y excelentes
profesionales a la comunidad que están contribuyendo al desarrollo social
dentro y fuera del país. La Facultad de Idiomas -no el Centro de Idiomas
que es el que ha sido denunciado por la venta de certificados de suficiencia de
inglés- acaba de ser aprobada su malla curricular por el Senescyt.
Es la parte académica la que
tiene deficiencias por razones más complejas desde la fundación misma de la
ULEAM y en las encrucijadas actuales, una vez que hemos pasado por la evaluación
administrativa y de gestión, el tema de las mallas curriculares, la evaluación
de los egresados y los docentes, eso sí será realmente conflictivo, más allá de
que nuestra universidad sí tiene un número aproximado de mágisters, lo candente
está en que no hemos tenido un Plan Estratégico en lo académico (y si los hubo
no se los aplicó) bien definido, por eso las cosas se las hace todavía con remiendos,
pero además hay hechos que ya no se pueden remediar y dolorosamente tienen que
ver con el recurso humano. En estos días hay un especialista cubano capacitando
para rehacer las mallas curriculares y ajustar los perfiles de contenidos y
profesionales a los cambios jurídicos académicos y al Plan de Desarrollo
Nacional, pero apenas un promedio de 10 carreras de las más de 40 que hay
muestran voluntad y capacidad para empezar.
Cómo hacerlo si los docentes,
salvo contadas carreras y profesores, apenas nos reunimos para compartir
contenidos y objetivos, apenas trabajamos por áreas de contenidos, en esto ni
siquiera llegamos a ser colegio grande. Si no se trabaja en equipo y por
contenidos, los perjudicados finales son los mejores alumnos y los mejores
profesores porque se convierten en problema para el sistema rutinario y de
mediocridad.
Ahora bien, cómo es que
llegamos a esta situación. Cuando empieza la ULEAM, para su creación, requería
tener doctores de pregrado y al apuro se graduaron los primeros de la institución,
sin el tiempo y la rigurosidad del caso, sumado a que en las carreras de
Ciencias Humanas se iba contratando a profesores de escuelas y colegios que
trasladaron sus modelos, lo que no pasó con otras facultades , donde en cambio
eran excelentes profesionales pero no docentes capacitados para un mundo de
pensamiento universitario. Los primeros era difícil que mejoraran si seguían
laborando en escuelas, los segundos sin duda que mejoraron, y ahora ante los
cambios radicales de la Educación Superior son los que estarían mejor
preparados para asumir los retos.
Los mejores profesionales, de
Ecuador o el extranjero, iban desertando por los sueldos y vocación, pero
también porque ya en la segunda década los niveles académicos estaban atrasados
y se hacía poco por remediarlos. Sumado a que también la imagen institucional
se fortalecía con el teatro y la cultura, agregados a la ingente cantidad de
eventos de todo tipo y hoy tenemos claro que con eso no era suficiente, que
estábamos maquillando la dura realidad de los contenidos y carreras
profesionales. Qué no decir de las extensiones que se fueron abriendo sin
ningún fundamento académico y que disgregaron recursos económicos y energías.
En términos generales las
universidades ecuatorianas destinaron un promedio del 60 % para fines
administrativos y poco o nada para publicación e investigación, aunque el 6 %
debía destinarse para estos fines, y mucho menos para proyectos académicos de
largo alcance. Tanto que hasta ahora el Vicerrectorado Académico no maneja presupuesto
ni tiene autonomía financiera, hasta para realizar eventos tiene
que ir a rogar que paguen determinados gastos en la Dirección Financiera. No es
lo mismo manejar una tienda de corbiches y empanadas que administrar treinta
millones de dólares y mucho más tener criterios financieros universitarios
donde la inversión por lo intangible es una constante. A más investigación y
libros más presupuesto.
En la nuestra el manejo
administrativo tuvo sus altibajos pero hoy es imposible mantenerlo en su modelo
y me explico el porqué. En la ULEAM un director departamental gana un promedio
de 3.000 dólares, un decano, un promedio de 5.000 dólares y un profesor de
tiempo completo está en los 1 200 de promedio, y hay profesores por contrato
que ganan hasta 500 dólares, y de yapa se les paga a con meses de retraso. Lo
mismo ocurre con cierto personal de administración que gana 500 y 600 dólares
cuando el promedio en otras universidades es de 1.200.
Ante esta realidad la
institución saca bajo puntaje en estos indicadores. Es decir, los auténticos
docentes de tiempo completo y el alma misma de un centro de Educación Superior
han recibido bajo sueldo durante años por “ahorro” de la institución, se les ha
congelado su sueldo y de remate reciben la ingrata noticia que todo su
sacrificio y vocación ni siquiera son valorados por los técnicos del gobierno.
Sin embargo hay docentes de
educación que bordean los USD 3.000 y más, todo gracias a que tuvieron los
contactos para ascender en el escalafón de profesores. Ya en el 2005 denuncié
en diario El Mercurio que apenas se habían inscrito 35 estudiantes en Ciencias
de la Educación donde había más de 60 profesores a tiempo completo y algunos
con nombramiento en otros centros escolares o universitarios. Y en el 2001
había hecho lo mismo ante el Consejo Universitario pidiendo que se
solucionara el tema del escalafón porque algunos ascendían sin cumplir los
reglamentos y los que lo merecían, no. En ambas casos, vaya sorpresa,
pidieron destituirme de la institución. Pero los duros cambios y
transformaciones institucionales nos hacen ahora luchar por salvar ya no un
puesto de trabajo en la ULEAM si no nuestra misma razón de ser, para quienes
toda la vida seremos universitarios, es decir hombres universales.
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