miércoles, 4 de diciembre de 2013

Presentación del libro “Amor más allá de Madrid”

Portada del libro Amor más allá de Madrid.




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Una de las cosas más interesantes de las novelas, de los relatos cortos, de los cuentos largos, en fin, de la literatura, es que los mundos paralelos que construye un autor resignifican la vida de quien lee y, en un juego de espejos, se adentra en la psiquis del entorno y en la psiquis de los personajes.

La lectura “Amor más allá de Madrid”, de nuestro autor Ubaldo Gil, toca algunas fibras personales que se proyectan en el descubrimiento de varios entornos superpuestos. Hay que decir que el hecho de que Ubaldo provenga de mi misma tierra Manabí y abra, en su universo literario, la posibilidad de novelar las vicisitudes y los escenarios de unos lugares cercanos, se vuelve una reconstrucción estética de aquello que nos sirvió de referente inicial de la vida y sus ambientes.

Así, la escritura de Ubaldo indaga en la sensibilidad de unos personajes sueltos en el torbellino de las mentalidades urbanas y recrea pasajes de las contradicciones amatorias de un hombre y una mujer. De unos hombres y unas mujeres en espacios que no son los propios pero de los que se apropian para reconocerse por dentro, en la carne y en el espíritu.

Y aquí empieza realmente la reconstrucción estética de lo que se contrapone a la referencia vital inicial: todo en el amor y en el erotismo empieza a cambiar cuando nos vemos actuando, viviendo, sufriendo, en espacios nuevos y distantes, en recámaras de unas vecindades que cultivan el morbo a través de la mirada. Por eso, una de las virtudes de este relato largo es su acercamiento a ese terreno tan difícil de abordar por los humanos: contar, con detalle y prodigalidad, la experiencia erótica de dos personajes que anclan su paso por el mundo en el consumo de sus propios cuerpos.


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Ciertamente, Ubaldo como narrador, en primera persona, asume desde el principio su condición de extranjero en un territorio marcado en nuestro pasado americano: España. La ductilidad de pensarnos y habitarnos en el lugar que nos ha servido de contraseña cultural da al relato una característica esencial de buscar un eje que nutra las percepciones tanto del personaje cuanto de la mujer que completa el cuadro narrativo. Quizás, el modo cómo el escritor enfrenta la escritura también nos dice algo del uso de un idioma que es parte de esa contraseña cultural, y que todo producto literario explaya para corresponderse con el imaginario de los lectores.



Ubaldo Gil Flores, escritor y editor ecuatoriano.



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Pero quizás lo que más atrapa de esta lectura es el camino de reconocimientos identitarios que hacen los dos personajes ajenos a la ciudad que habitan: él ecuatoriano; ella, rusa. Dos mitades de una completud que no pertenece a ninguno y que, por eso, puede durante un tiempo, regocijarse en lo que no sabe de ninguno cada uno. Él puede esconder una parte de su vida –la que acontecía en Manta, en el fondo del mar de su cuerpo- y la que ella dejó sin siquiera pensar que dejaba (por un tiempo). Se convierten en una pareja extraña pero que llevan al máximo sus emociones y búsquedas. La descripción de como caminan, pasean, hacen el amor, organizan la cotidianeidad, es la muestra de que están en el mundo.

Nuestro autor habla entonces de aquello que brota luego de la experiencia amatoria: el renacimiento, esa especie de resurgimiento vitalista de los cuerpos que cuando han amado sienten que descubren algo… pero quieren descubrir algo más, algo que esté por encima de la piel y sus ardores, algo que no pueden decir todavía.


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Pero hay un velo que permanece a lo largo de todo el relato, es la proximidad de la separación de los amantes, el fin de la relación, es el desengaño del amor que ha sobrepasado los tiempos de los cuerpos. Sin embargo, el relato escudriña en algunos aspectos que interesan a unos estudiantes que reseñan autores y formas de negociar sus propias percepciones y algunas teorías, su manera de ver el cine, su olfato para entender la lógica ilógica de lo que desean las mujeres, su inocencia en un mundo de apuestas imposibles de ganar. Y también a la apuesta principal: vivir el erotismo. Porque el relato se pasea por varios escondrijos de la existencia pública de los amantes pero más en los claroscuros de la vida íntima de ambos. Allí está el eje superior de “Amor más allá de Madrid”, y quizás por eso también su título.


Inivtación del evento.



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Pero cuando decía yo que el impacto de verse en otra tierra que un día fue la tierra que conquista y hoy es la tierra para conquistar, es que todo se mueve en un terreno movedizo de ilusiones y alegrías efímeras. Porque una cosa es que el personaje esté viviendo su experiencia en Madrid, casi como un ejercicio vital/literario, y otra es el modo cómo este mismo personaje detecta a otros coterráneos unas formas de asimilamiento en verdad despreciables.


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Y así vamos hallando desvíos y trochas principales en una lectura que busca más y más porque el universo abierto es demasiado grande para que se acabe pronto. Mas, el relato del hombre que toca fondo en el momento más duro y endeble del amor con esta mujer que descubre su falsía circunstancial, es lo que da lugar a una historia con final.


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Y aquí viene el único reproche que tengo al relato de nuestro autor Ubaldo. El fin de “Amor más allá de Madrid” llega cuando todo empieza a brillar, cuando el oficio de escribir ha hallado el cruce mágico entre la historia y la posibilidad de seguir ensanchando el universo de la ficción, cuando los personajes ya se nos habían metido adentro y sus vidas nos pertenecían, cuando el morbo que pudo capturar por un momento el hilo narrativo ya se había convertido en erotismo puro y ganas de comprender a esos dos seres marcados por el destino, cuando queríamos que la redención de él no fuera el amor de ella pero sí, tal vez, acaso, la contingencia de que su tragedia no se convirtiera en una moraleja del amor sino en una metáfora de la contingencia, de lo magnífico que es vivir recorriendo todos los caminos de la tierra sin aspirar llegar al cielo.

(Comentario de presentación del libro “Amor más allá de Madrid” del autor Ubaldo Gil Flores. Evento desarrollado el jueves 28 de noviembre en la Embajada de Ecuador en México)

México, DF, 28 de noviembre de 2013.

Educar-se con problemas pero sin conflictos









Por Ubaldo Gil Flores*

Las profundas transformaciones que vive la educación ecuatoriana en general y la Educación Superior de modo particular, positivas en su mayoría y pensadas a corto, mediano y largo plazo, muy acorde con lo que debe ser un pensamiento estratégico universitario, para pasar de lo coyuntural e inmediatista al uso racional de la información pedagógica, didáctica y a las nuevas corrientes del pensamiento educativo, para mejorar y cambiar de vida y sociedad, para que la ciencia nos permita en palabras de Mario Bunge “evitar las vaguedades y superficialidades”, todo esto ajustado a un nuevo marco legal universitario y en consonancia con una nueva estructura administrativa y académica que permita al docente y al estudiante no intoxicarse de información si no vivir el conocimiento por el signo de un interaprendizaje constante.

No somos más que eternos aprendices, en el mejor de lo casos con algo de experiencia que sirve -y sirve solo si hay datos, estadísticas, que permita extraer leyes y principios para crear nuevas reglas y normas en el ejercicio educativo- en la medida que hay evidencias de los procesos realizados.

Es en este contexto que este libro tiene capital importancia para la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí por cuanto recoge la ilustración siempre actualizada de las distintas corrientes educativas y su propuesta para que los problemas no se conviertan en conflictos del maestro Luis Aguilera, quien se jubiló pero no por eso ha dejado de aportar y más bien con el tiempo suficiente ha podido condensar y sintetizar su vasta experiencia como pedagogo, como hombre ilustrado que saca de la teoría y la práctica sus mejores frutos.

El autor hace referencia y desmenuza conceptos como Macrocurrículo: que es vinculación de los planes de desarrollo: nacional, regional, local e institucional, Mesocurrículo: que está conformado por el plan de estudios, malla curricular y estructura legal y administrativa; y Microcurrículo: que corresponde a las diferentes prácticas docentes que tiene como instrumento de trabajo el sílabo y su operatividad en el aula.

Todo esto será posible si quienes lideran a las instituciones universitarias comprenden que “El Capital Intelectual son aquellos elementos intangibles, todo aquello que no se pueda tocar pero que puede hacer ganar dinero a la institución u organización. Agregamos, no solo se puede ganar dinero, sino también mejorar el desarrollo humano; no solo para ser competitivos, sino también para ser competentes.” Será tema de debate por años el cómo las universidades públicas deben contribuir a la apuesta de la política de estado que se afana en desarrollar la matriz productiva, y que podamos con Arte, Educación y Cultura, exportar bienes y servicios educativos para contribuir con el Producto Interno Bruto y no depender siempre de las arcas del estado.

Dentro del pensamiento articulado al interior de nuestra universidad, en un catálogo de libros que ha cubierto todas las áreas del conocimiento, uno de los primeros referentes es Medardo Mora Solórzano con sus distintos textos de filosofía, cultura manabita como modo de impedir el avasalle de la globalización, política, educación y la realidad nacional en el contexto mundial, calificado por Fernando Tinajero como filósofo estoico, acaso con la mayor condición humana y estructura de pensamiento al forjar una universidad desde el desierto simbólico para sentar las bases y fundamentos de una institución destinada a ser carne viva de Manta. En esa línea de aporte, está también Guido Vásconez, quien con su libro Enfoques pedagógicos desde la ULEAM, describió oportunamente la realidad educativa de la institución y hacía su propuesta aunque no fue escuchado a tiempo. Y ahora es Leonardo Moreira quien como Vicerrector Académico está dotando a la institución de profundas transformaciones a nivel académico, aunque como todo proceso auténticamente educativo los movimientos son lentos para evitar que el problema endémico de la educación y su fracaso en Ecuador lo convirtamos en conflictos, cuando se trata de una oportunidad de dar saltos cualitativos y asumir nuevos retos y desafíos inmediatos.

Con este libro de uno de mis más recordados maestros de la Facultad de Ciencias de la Educación, damos un paso cualitativo en el quehacer y ser universitarios, pero el mismo libro está incompleto hasta que los universitarios sepamos dotarlo de nuevos contenidos con la práctica de nuestras profesiones y con nuestro pensamiento universitario.  
(Texto de presentación del libro La educación basada en problemas de Luis Aguilera)
 Manta, 26 de noviembre del 2 013

*Director General Editorial Mar Abierto

jueves, 7 de noviembre de 2013

ACTO EN UNIVERSIDAD CATÓLICA DE QUITO HOMENAJE AL DR. JESÚS AGUINAGA


         REUPDE  Y EL  PERFIL DEL EDITOR UNIVERSITARIO


En Junio del 2010 tuvimos la iniciativa de convocar en Manta el Primer Encuentro de Editoriales Universitarias de Ecuador, con invitados de  universidades nacionales  y del extranjero, entre las que vinieron de Brasil, Méjico, Colombia y Costa Rica, estas editoriales están integradas en la Asociación de Editoriales Universitarias de América Latina y el Caribe (EULAC) que tiene una experiencia de más de treinta años, y sin dudas, son un referente en toda nuestra región de lo que es el  trabajo de una editorial universitaria con sus procesos de producción, que incluye aspectos de diseño gráfico, corrección de prueba y estilo, diseño general, líneas y políticas editoriales, así como procesos de distribución nacional e internacional, trabajo de marketing y ventas, la construcción de marcas editoriales y marcas de autores, nuevos procesos de reinversión para que todos los procesos de escritura y lectura sean sustentables a largo plazo, y fundamentalmente el trabajo de comercio exterior que consiste en ir haciendo traducciones y coediciones de nuestros mejores libros y autores, para poder exportar creatividad y conocimiento, y no vivir en una cultura y academia de autosuficiencia, que no le hace bien a ninguna institución superior del país.
Este collage muestra varios instantes de la Reupde: sus integrantes y eventos académicos.

De este encuentro nació la Red de Editoriales Universitarias y Politécnicas de Ecuador, Reupde, que desde su fundación ha tenido como aportes substanciales en la organización: a Luis Álvarez Editor de la Politécnica Nacional de Cuenca, Manuel Albán de la Universidad de Guaranda y de modo muy especial, con un aporte singular, a Don Jesús Aguinaga, quien hasta hace poco era el Director del Centro de Publicaciones de la Pontificia Universidad Católica de Quito, y a quien en su calidad de Secretario de Reupde, ahora que está jubilado, le hemos pedido que siga acompañándonos en este proyecto de trabajar en red, en potenciación de las editoriales universitarias, el perfil del editor universitario y toda la otra cadena de procesos técnicos que están inmersos en este trabajo académico, y que viene a ser el filtro final en el que un profesional, literato, académico o investigador, hace su aporte a su institución y la sociedad, y que de tener una buena estructura editorial quienes escriben pueden convertirse en los pensadores que toda sociedad necesita para su supervivencia vital.


El Primer Encuentro de Editoriales Universitarias en Manta fue muy emotivo como muchas cosas en la Sicología ecuatoriana y también fue de tensiones y desencuentros. Primero porque no había ni hay todavía conciencia de lo que es una editorial universitaria al interior de nuestras universidades, por tanto el papel del Editor Universitario no alcanza todavía el nivel profesional y de tiempo que demanda una tarea tan fundamental para la sociedad y la universidad en lo signos de la globalización y el conocimiento, y por lo regular, sobre todo en las instituciones públicas, se delega por encargo la tarea de editar libros, por eso en estos cuatro años como Reupde hemos tenido muchos miembros que han ido desapareciendo conforme han evolucionado las universidades que sí entendieron la importancia de una editorial universitaria y el papel profesional del Editor Universitario.
Esta es la placa de reconocimiento que fue entregada al Dr. Jesús Aguinaga en un acto especial dentro de la Feria PUCE 2013, la noche del miércoles 6 de noviembre del 2013.

Recuerdo que en ese primer encuentro se discutió airadamente sobre si debemos o no regalar libros en las universidades públicas, ya que por costumbre en las nuestras así lo hacemos, pero la experiencia de los editores de Brasil, Colombia, Méjico y Costa Rica, nos decía que no hay editorial universitaria, ni proyecto cultural de largo alcance sustentable, si no se manejan las leyes del mercado y si no se crean procesos sustentables que escapen de la coyuntura y los intereses políticos al interior de las instituciones.


Incluso Eulac, como red de editoriales de los países de Latinoamérica, que está respaldada por las instituciones que son miembros al interior de cada país, y que puede recibir ayuda del gobierno de turno, no está supeditada a ningún interés político o de gobierno si no que se guía por esa necesidad urgente de ir integrando a nuestros países con sus culturas y conocimientos, más allá de cualquier ideología o dogma, si no pensando en un sentido más auténtico que podríamos definir como de verdadera integración cristiana de acuerdo a los signos de nuestro tiempo.
El Dr. Jesús Aguinaga.

Es ahí donde la presencia de Don Jesús Aguinaga fue fundamental en la creación y articulación de Reupde, ya en diálogos interculturales intensos tuvimos su afecto y comprensión por la necesidad de articular esta Red desde la periferia de la cultura y la Academia en Ecuador, y sobre todo en que no perdamos el entendimiento del perfil cultural y académico de cada ciudad y cada universidad, de sus tradiciones y proyecciones, por eso nuestra línea de trabajo es ir evolucionando al interior de cada universidad, compartir experiencias, capacitación constante, participación en ferias nacionales e internacionales.  Hasta el momento hemos recibido solo ayuda financiera y logística de las propias  universidades miembros, fundamentalmente de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí, gracias a la visión universitaria de nuestro rector Medardo Mora Solórzano y a su compromiso permanente con la universidad ecuatoriana. Esto ha sido saludable porque tenemos un crecimiento organizacional que permite avanzar a quienes ya tenían sus logros, y le da oportunidades a quienes no tenían editoriales o editores, y pueden progresar con oportunidades de modo que pensemos que hay que desarrollar una universidad ecuatoriana compacta, ya que cuando se compite en los contextos internacionales, no lo hace un Gobierno o una universidad lo hace todo un país, la marca país. En el primer encuentro eran pocas la universidades que tenían revistas indexadas, ahora ya son varias las que lo han logrado, la nuestra, con la revista libro Cyberalfaro, entró al sistema Latindex  desde el 2 007 y desaparece en el 2 012 por asuntos administrativos.


Como editorial Mar Abierto tenemos una experiencia que va ya por los 14 años. Tenemos un catálogo de aproximadamente 150 libros y hemos abierto colecciones de varias disciplinas que van desde la Comunicación, la Filosofía, Derecho, Folklore, Comercio Exterior, Educación universitaria, y sobre todo Literatura que es acaso por ahora nuestro sello más representativo, ya que para evolucionar creamos también las marcas Alma Máter destinada solo a temas universitarios de educación, creamos la marca TintÁcida solo para escritores jóvenes y alternativos y la marca Juan Marinero de Literatura infantil.  
El stand de Mar Abierto en la Feria Nacional del Libro PUCE 2013. Constan Juan Cuvi, Leydi Cevallos, Guido Vásconez y Ubaldo Gil.


Cada universidad tiene el reto de ir abriendo marcas, líneas de publicación, y desde luego siempre en primer lugar lo que pide por obligación el órgano de control de la Educación Superior respectivo para efectos de evaluación y acreditación, aunque en el último informe que recibimos en la institución, se dice claramente que los libros literarios también sirven para la evaluación universitaria siempre que pasen por filtros de los lectores pares con grado de PhD, y no solo las revistas indexadas y altamente científicas, como fue considerado al inicio en los indicadores de evaluación universitaria.


Esto es un logro substancial para la universidad ecuatoriana ya que gracias a nuestra presencia y trabajo hemos logrados que los libros creativos y de estudios culturales sean también valorados. Fue tradición en el país que nunca hubo diálogo entre la cultura y la Academia, entre los escritores y trabajadores culturales  y los universitarios, cada uno tendía a desconocer al otro,  solo en el caso en el que un literato era académico o viceversa, había comprensión de superar esta tensión inútil, lo que se logra con la legislación universitaria apropiada y nueva.


En apenas cuatro años hemos evolucionado en la construcción de editoriales universitarias y formación de nuevos editores universitarios. En Manabí, traumáticamente, pasamos del lenguaje lúdico en los años 50 del siglo pasado, al lenguaje técnico universitario, sin antes haber saboreado y disfrutado de los banquetes de toda la semántica del lenguaje ilustrado, para desde este, evolucionar hacia el lenguaje científico que es lo que nos piden a las universidades, sin embargo creo que hemos llenado un vacío histórico de nuestra universidad y región, con lo cual podemos articular un pensamiento universitario, porque ninguna cultura, persona, institución o región puede dar aquello para lo que no está preparado con bases sólidas. Don Jesús Aguinaga, universitario y hombre de bien,  ahora que participaremos en la FIL de Quito, abordará el tema de las publicaciones y su sentido moral y ético, efectivamente son las limpiezas de estos conceptos, su claridad y su real dimensión en cada vida institucional y colectiva, la que desde ya como universidad manabita le agradecemos con especial gratitud. Al Dr. Mora por habernos financiado y dado las directrices claves en la organización, a usted por habernos acompañado en esta tarea que recién empieza ahora que con la nueva Ley de Régimen Académico, el editor universitario cumple un rol estratégico en toda institución universitaria.
Equipo de la editorial Mar Abierto en el stand de la Feria PUCE 2013.

Quito, 6  noviembre del 2013

La Editorial Mar Abierto en la universidad ecuatoriana



PRESENTACIÓN NOVELAS DE GINO MARTINI
 Por Ubaldo Gil
 La Casa Editorial Mar Abierto fundada en enero del 2000 es hoy una realidad para las culturas y la universidad ecuatoriana, la única editorial universitaria de Manabí y de la Costa ecuatoriana, y de las contadas dentro de todo el país. Hoy tenemos un catálogo promedio de 150 libros, que ha ido cubriendo todas las áreas del conocimiento y abierto colecciones de Historia, Medicina, Comunicación, Filosofía, Educación, Comercio Exterior, Literatura, Política, Derecho, Folklore, Investigación, incluso tenemos la Serie Vicerrectorado Académico y hemos proyectado tres nuevas marcas Alma Máter, dedicada a temas exclusivos de Educación Superiora; la marca TintAcida, dedicada a temas alternativos y coyunturales, pero sobre todo abierto para adolescentes y jóvenes que empiezan a fraguarse en el mundo de la escritura y la Academia y también tenemos la marca Juan Marinero dedicada a literatura infantil. Nuestro sello ahora empieza a exportar su proceso técnico y de conocimiento dentro y fuera del país, lo cual empezó cuando la Real Academia de la Lengua Española, escogió veinte libros de nuestro sello para el Proyecto Corpus para el Español del Siglo XXI, lo cual significa que veinte de nuestros libros fueron considerados como un aporte al desarrollo y evolución del español de este siglo.
 Todo esto no hubiera sido posible sin el apoyo incondicional y la visión universitaria de nuestro rector Medardo Mora Solórzano, acompañado y comprendido por Leonardo Moreira con quien desde la adolescencia estamos en la gestación, fomento y desarrollo de la cultura, la creación literaria y periodística, y los procesos universitarios. Hace aproximadamente treinta y cinco años veníamos al Festival de la Flor de Septiembre de Portoviejo, donde nos inspiramos para crear el grupo de teatro “La Trinchera” junto al profesor y maestro Gonzalo Bolívar Andrade Arévalo, quien nos inyectó principios ideológicos que hasta ahora no hemos perdido, para entonces Manta era una caleta de pescadores y todo el quehacer cultural estaba en la capital manabita. Veníamos a formarnos con la amalgama de propuestas que se fraguaban aquí o que venían de otras partes del país o el mundo. En esos años también empezó a gestarse nuestra universidad  Laica Eloy Alfaro de Manabí que pronto cumple veintiocho años. Manta y especialmente la ULEAM, tuvieron también en el inicio el aporte de la gestión cultural de Horacio Hidrovo Peñaherrera, poeta y narrador manabita, aunque para mi generación fue determinante en nuestra vida la presencia del maestro Bolívar Andrade y el escritor Miguel Donoso Pareja. Y es por eso, por gratitud cultural y humana que como Editorial Mar Abierto, hicimos la gestión para financiar, promocionar dentro y fuera del país, publicar y pagar Derecho de Autor a Horacio Hidrovo Peñaherrera, Fernando Macías Pinargote, Tatiana Hidrovo y ahora Gino Martini Robles, con estas dos novelas históricas que son un monumento vivo a la memoria de Eloy Alfaro Delgado en su tiempo. Son la certeza que los ecuatorianos, pero especialmente los manabitas tenemos todavía que aprender mucho de la gesta heroica de Eloy Alfaro Delgado porque apenas nos hemos quedado con la piel de los acontecimientos y no hemos desentrañado, y por tanto vivido, el sacrificio y heroísmo diario y de años del mártir y liberal radical de cepa, a quien muchos pretenden hoy convertirlo en un socialista despojándolo de su esencia de revolucionario auténtico y no de escritorio, pero sobre todo un hombre que entendió con arte, técnica y ciencia, lo que es la democracia y la libertad de expresión y tuvo claridad en la unidad nacional y en el destino común de la patria.
PRESENTACIÓN. Ubaldo Gil cuando intervino en el acto de presentación de los libros de Gino Martini, desarrollado en el Museo de Portoviejo y Archivo Histórico.
  Fieles, conscientes, depositarios del legado del liberal Eloy Alfaro Delgado, nuestra institución  no pierde su norte y sus principios en el ámbito en el que ejerce su misión y  su visión universitaria, como nuestro Patrono sabemos que a la gloria se llega perdiendo muchas batallas o en el mejor de los casos afirmando una identidad de historia, tradición y culturas. Somos una universidad, no somos la sucursal de un partido político, ni estamos al vaivén de los intereses o coyunturas de un gobierno de turno, respondemos a la constitución y sus leyes, nos adherimos al  Plan Nacional de Desarrollo y la concepción del Buen Vivir, pero también pedimos que se respete y reconozca todo el trabajo cultural, académico y creativo que hemos hechos durante nuestra trayectoria. No pueden reducirnos a evaluaciones tecnócratas, hechas exclusivamente para evidenciar lo que no tenemos y desconocer todo lo bueno, muy bueno y excelente que hemos realizado, mucho de lo cual ha sido reconocido por la opinión pública de altos intelectuales y escritores desde hace más de diez años.  Tampoco escodemos nuestros errores administrativos y académicos.
  Nuestra universidad estuvo en el sistema Latindex con su revista libro Cyberlfaro, texto académico, investigativo y creativo desde el 2 007, mucho antes que la mayoría de la universidades ecuatorianas.  Recién cuando formamos la Red de Editoriales Universitarias de Ecuador en el 2 010, otras universidades empezaron a tomar conciencia de lo que es una editorial universitaria y lo que son las revistas indexadas, pero su experiencia no pasa de tres o cuatro años, y lastimosamente por inconvenientes administrativos no publicamos en el 2 012 (justo  el año que toman de referencia para las evaluación) y salimos del sistema de Latindex, lo cual no significa que no tengamos trayectoria y evidencias de sobra. Pero el consejo de Educación Superior, el Ceaases y la Senescyt solo quieren ver y medir y evaluar una parte del conjunto y no la experiencia y los logros que nos acreditan en la opinión pública calificada de académicos y escritores.
 Con infraestructura descomunal, con poder político y económico envidiable tampoco se hacen procesos eficientes y de calidad, o se progresa y evoluciona en la gestión porque hay que tener la paciencia del educador para formar equipos, evitar el interés político y privilegiar los objetivos de Estado: diseñar, organizar, elaborar y ejecutar planes estratégicos, la prueba de ello es el Ministerio de Cultura, que hasta la fecha con tantos recursos no logra concretar proyectos sobre el libro y la lectura, programas culturales de mediano y largo plazo, no tiene la menor idea de lo que es una feria de libros en el contexto internacional, adonde deben ir catálogos y autores-marcas de las mejores editoriales públicas y privadas del país, para poder cambiar la matriz productiva por lo menos en la industria cultural y se exporten los mejores talentos del arte, la cultura y la Academia, pero además que haya políticas editoriales consistentes para introducir en otros mercados nuestros productos artísticos y nuestros libros. Esto demanda no solo haber creado un ministerio, demanda talento humano, experiencia, haber desarrollado editoriales y articulación de un pensamiento estratégico que permita por fases ir penetrando en las grandes ligas editoriales de Iberoamérica con traducciones y coediciones.
 La Editorial Mar Abierto siguió el modelo de empresas japonesas, que de modo general creen que estas deben crearse, formarse y educarse en un promedio de dieciocho años, lo mismo que una persona. Al contrario de las tendencias criollas donde queremos formar empresas y a los dos años volverlas rentables, lo cual solo se logra en la política o con acciones no necesariamente legales y éticas. En el antiguo CONUEP hasta el CONESUP ( Consejo nacional de Educación Superior) se contemplaba la creación de empresas destinadas a la producción de bienes y servicios educativos y académicos, y basados en esas licencias de la legislación universitaria formamos la Editorial Mar Abierto que hasta la fecha sigue siendo una organización de hecho y no de Derecho, porque tenemos movimientos propios de la empresa privada, y con la actual legislación universitaria seremos una Empresa Pública, con lo cual anhelamos crear todas las condiciones necesarias para que este proyecto editorial sea sustentable, ya que por lo regular proyectos de esta naturaleza son coartados por quienes no comprenden o viven los principios y fines universitarios.
MESA. Dr. Alfredo Cedeño, Lic. Leonardo Moreira, Gino Martini, Dr. Medardo Mora, rector de la ULEAM y Ubaldo Gil, director de Mar Abierto.


La publicación de los libros de Gino Martini Robles, sus dos novelas El Códice, y Alfaro y Plaza (Pasión y Traición) tiene el ejemplo de lo que es el trabajo editorial, el autor publicó la primera obra hace 5 años, pero pasó inadvertida ante la opinión regional y nacional, por lo menos en los grandes medios o medios académicos, cuando nos decidimos editar sus libros tuvo un apoyo de todo tipo, desde el financiamiento, pagos de Derecho de Autor, promoción nacional e internacional, y presencia en las grandes ferias internacionales.  Hacer todo esto demanda un equipo y una gestión a tiempo completo. Esa es la labor de toda editorial y esa la labor que está haciendo la Editorial Mar Abierto con autores manabitas, nacionales y algunos extranjeros, porque estamos en procesos de traducción y coedición. En el caso del autor Martini Robles, aspiramos que sus novelas se conviertan en libros de textos en colegios y universidades, que su lectura sea masiva, y en esa gestión estamos. Lo más cercano es que el próximo año sacaremos 25 000 ejemplares de la novela El Códice del general, que circulará con El Telégrafo a razón de dos dólares y una parte se lo socializará en las universidades manabitas, de acuerdo a las alianzas que realicemos. Entonces el autor no es más que un elemento de la larga cadena de los procesos editoriales y dependerá de su capacidad para dejarse dirigir, el que llegue a la  trascendencia y la gloria. Claro que también hay la alternativa de la autoedición y gestión de producción, impresión, promoción, etc. pero esa ya es otra aventura que cada uno puede elegir en una sociedad democrática.


  Hace pocos días de parte de la Senescyt sabemos que los libros literarios en todos sus géneros sirven para la evaluación y acreditación, siempre que pasen por procesos de una Casa Editorial, consejos editoriales y normativas internacionales, y que hay que tener cuidado con las monografías, las tesis, manuales, informes, porque un libro es otra cosa, tiene otros componentes. Y demanda más trabajo académico y creativo. Los órganos de control de la Educación Superior describen lo que es una casa editorial y su importancia, lo hacen, nos felicitan a través de múltiples oficios, pero nada de eso nos sirve o lo utilizan a la hora de la evaluación y acreditación, por ello tenemos conciencia que estamos en el camino correcto, porque actuamos como académicos y no como políticos y que nuestro modelo de gestión organizacional que lleva  trece años, en cinco años más podrá dar grandes frutos de rentabilidad académica, social y económica. Y para ello hay que prepararse ante nuevos desafíos.
 Esta es la única realidad que conocemos y estamos transformando desde nuestra universidad para beneficio ecuatoriano. Ya Carlos Julio Arosemena en los años 70 del siglo anterior hablaba con ironía de la necesidad de un tener un planificador de los planificadores,  porque ciertamente no podemos perder el presente por estar ilusionados con universidades que pueden ser extraordinarias vistas en maquetas y explicadas en “power poind” pero que están lejos, muy lejos de nuestro accionar y de los recursos y oportunidades con los que contamos desde nuestras fundaciones y vida institucional. Cuando las cosas se las hace desde arriba nunca funcionan bien y ocurren inesperados como lo del Yasuní. Esto sin que desconozcamos que todo sistema tiene sus vacíos y fisuras horrendas que hay que sanar y corregir de un modo constante. Por ello, con estas obras de Gino Martini Robles dejamos constancia y evidencia que hacemos un trabajo cultural, de historia, académico, de marketing, literario,  de comercio exterior, que beneficia a los ecuatorianos y de modo singular a los manabitas, ya que nos hace replantear la vida, obra y el tiempo de Eloy Alfaro Delgado, a quien no conocemos en profundidad y por tanto su proyecto de país para los manabitas sigue siendo un desafío.
 Portoviejo, Archivo Histórico, 30 de octubre del 2 013.  
Texto leído a propósito de la presentación de los libros Códice del general y Eloy Alfaro y Leonidas Plaza Pasión y Traición, del autor Gino Martini; evento desarrollado en Portoviejo el miércoles 30 de octubre del 2013 en el Museo de Portoviejo y Archivo Histórico.