miércoles, 10 de noviembre de 2010

25 años de la Uleam en tiempo y espacio

Portada del libro conmemorativo




Hay un antes y un después en la historia de Manta, con la creación de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí (Uleam) legalmente aceptada por autoridades y los organismos competentes del Estado el 13 de noviembre de 1985, aunque antes de esta fecha había una extensión de una universidad particular con sus protagonistas y avatares que se detallan en el texto del actual Vicerrector Académico, Leonardo Moreira, titulado Monumento vivo a Eloy Alfaro.

Y decimos que hay un antes y un después por cuanto nuestra ciudad tiene significados: Manta hasta los años ochenta del siglo pasado fue una caleta de pescadores, tuvo también sus pininos en la pesca industrial y en todo lo que tiene que ver con el comercio y determinadas exportaciones, pero sobre todo ahora tiene sus significaciones: Manta es milenaria, considerada una nación y/o civilización por antropólogos e historiadores actuales, lo cual se logra aprehender de modo profundo, y se vuelve conciencia ciudadana, regional y nacional, gracias al valor y hecho tangible de la presencia de nuestra universidad, y sobre todo un valor intangible por cuanto la formación profesional y humana de varias generaciones va configurando el alma y la percepción de la ciudadanía y de un puerto que como tal va recibiendo la vertiente de otras visiones y vidas, se sincretizan otras culturas y civilizaciones, y por tanto alcanza el grado de “ciudad universitaria” y esto se lo comprueba cuando en toda conversación, del nivel social o cultural que sea, siempre aflora el nombre de la ULEAM, para bien o para mal, lo cual pensando dialécticamente es correcto, porque es en esa dinámica de sentir que algo está bueno o algo está malo cuando los hombres pasamos al “pensar”, es decir, al conocer, hacer, convivir y ser, y por tanto nos vamos volviendo universitarios, incluso sin necesidad de tener un título, que es lo máximo a lo que puede aspirar un ciudadano y una ciudad universitaria.

Pero la ULEAM, en su recorrido vital tiene el sello invisible de Eloy Alfaro Delgado, estadista liberal, considerado el mayor ecuatoriano de todos los tiempos, y tiene también un liderazgo visible y hondamente fuerte y visionario, el de Medardo Mora Solórzano, montuvio de cepa, quien a través de las extensiones universitarias, y el apoyo incondicional al desarrollo de las artes y las culturas manabitas y nacionales, ha creado puentes intangibles, incuantificables, que solo el tiempo y el espacio sabrán darle su sitial, ya que la academia universitaria no puede ni debe prestarse al juego mediático, por ello como gestor y líder de esta Alma Mater señala sus fortalezas: Departamento de Cultura, Posgrado, Vinculación con la colectividad, Editorial Mar Abierto, es decir que no se miente, que asume los nuevos desafíos que en el campo investigativo y docente todavía debemos desarrollar; 25 años para una universidad son apenas un comienzo, y quienes estamos vinculados a ella y conocemos este y otros sistemas universitarios, sabemos que tenemos raíces y bases profundamente sólidas que en cien años otras mentes y generaciones valorarán y agradecerán, aunque desde ahora ya lo hacen.

Un libro memoria
25 años para una institución de Educación Superior es apenas el inicio de su recorrido, un preámbulo para una historia aún por construirse. Es por ello que como homenaje a la institución que ha logrado convertir a Manta en una ciudad universitaria, formado y entregado profesionales de calidad a la sociedad, desarrollado no sólo en su estructura si no en una educación acorde a las nueva tendencia del siglo, que aparece esta obra que refleja sus más importantes momentos: lo histórico, académico, investigativo y sobre todo su representatividad, tanto a nivel nacional como internacional.

Se ha divido en ocho partes esta obra. La primera que comprime, desde la visión y vivencia del Vicerrector Académico, los 25 años de vida institucional de la ULEAM, y da a conocer los contratiempos iniciales para que Manta pudiera contar con su centro de estudios superiores. La historia le dio la razón a Medardo Mora Solórzano que visualizó y estructuró el proyecto que hoy otras universidades intentan emular.

La segunda que destacada a los intelectuales y creadores literarios que la ULEAM acertadamente ha reconocido con el alto grado de un Doctorado Honoris Causa.

La tercera parte la conforma un grupo de textos en torno a la historia de la ULEAM desde la particularidad de sus Departamentos, Facultades y centros especializados, cuyo objetivo mayor ha sido el de contribuir a la sociedad local, provincial y nacional. En estos textos se destaca la tarea educativa y formativa, asimismo el desarrollo de las facultades, departamentos y centros de apoyo comunitario que integran el alma mater.

La cuarta parte se agrupan dos textos dedicados al patrono de la institución: Eloy Alfaro, el primero que nos habla de la vida, virtudes y obra de este manabita destacado; y el segundo que se centra en una de sus mayores obras física: el ferrocarril.

La quinta parte ofrece un compendio resumido de las investigaciones dirigidas por el Departamento de Investigación de la ULEAM, obras que desde el tecnicismo y la rigurosidad con la que han sido llevadas reafirman el enfoque decisorio que la institución ha tenido desde esta unidad académica.

La sexta parte agrupa varias de las conferencias que catedráticos de la institución han ofrecido en diferentes espacios geográficos, todas con el firme propósito de, además de representar a la institución, demostrar la capacidad intelectual, investigativa y docente que la ULEAM posee.

La séptima parte da cabida a comentarios y críticas, que tanto periodistas, académicos y escritores de Ecuador, han denotado respecto a la producción académica y de creación literaria que la ULEAM a través de su Editorial Mar Abierto ha producido. Distintas lecturas ofrecen una panorámica heterogénea de las obras más representativas que nuestra institución acertadamente ha promocionado.

Finalmente la octava parte invita al lector a conocer el perfil del artífice y responsable de que la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí sea un referente de educación superior en Manabí y en Ecuador, Medardo Mora Solórzano. Se destaca su aporte decisivo al entregar a Manta un punto clave de desarrollo intelectual: su universidad. De igual manera los reconocimientos, que a lo largo de su carrera como rector, instituciones ecuatorianas y del extranjero, le han otorgado, destacando su labor académica y política en pro de una mejor educación y sociedad en su país.

Señal y recorrido
Para la editorial Mar Abierto, cuya partida de nacimiento simbólicamente la tomamos desde enero del 2000 por cuanto fue la fecha en la que publicamos por primera vez la revista-libro Cyberalfaro # 1, constituye un desafío no tanto profesional si no humano, afectivo, la edición especial de este número que hemos incluido en la colección de educación Tiempos de Aprender, y nos tiembla la mano por cuanto este libro que tiene usted en sus manos caro lector, trata de resumir o sintetizar en un promedio de cuatrocientos páginas lo que han sido las ilusiones primarias de la ULEAM, y desde ahí cómo fue cobrando forma y fondo, para desde 1985 convertirse en una institución autónoma.

De algún modo esta edición es incompleta, es apenas una muestra de lo que hemos hecho como institución académica, sirve de señal y recorrido para los lectores que por primera vez se asoman a nuestra historia y nuestro proyecto educativo, pero para quienes quieran profundizar es inevitable que acudan a otros libros que vienen a ser una extensión o forman parte del mismo vaso sanguíneo de estas letras, solo por ejemplo para entender la auténtica historia de nuestra Alma Mater habría que leer Monumento vivo a Eloy Alfaro de Leonardo Moreira. Para profundizar en la esencia y el alma misma de la ULEAM es inevitable leer los libros de Medardo Mora Solórzano, y cito por orden de edición: Filosofía de la vida o la vida es una filosofía (dos ediciones) Reforma política: anhelos y realidad nacional, Eloy Alfaro, un líder del ayer y un ejemplo del mañana (ensayo de lectura indispensable y que publicamos por cuarta vez debido a la demanda que el mismo ha tenido) La educación: única vía hacia la igualdad, y Vistazos al Manabí profundo, en todos estos libros están circulando los ejes y principios motores que llevan desde el ayer, el presente y el futuro, la filosofía de vida, su visión política y educativa, y su comprensión de la idiosincrasia de la gente y tierra del forjador de esta institución universitaria.

También, en la parte educativa, habría que acudir a los libros Fundamentos filosóficos de la educación de Luis Aguilera; Ética general y profesional de Luis Abelardo Ronquillo y sobre todo Un enfoque universitario desde la ULEAM de Guido Vásconez.

Asimismo, los libros de Tatiana Hidrovo Manabí histórico: del conocimiento a la comprensión e Historia de Manta en la región Manabí, nos dan una visión si no completa al menos profunda, técnica y harto académica en el sentido que los mismos ofrecen un amplio bagaje bibliográfico para acudir a distintas fuentes que nos permitan entender y comprender a Manta y Manabí con sus instituciones, con su historia general y particular, dentro del contexto nacional y global. Y para ello presentamos una lectura descriptiva e interpretativa del libro Manabí histórico: del conocimiento a la comprensión, que hizo el historiador Willington Paredes Ramírez.

Y dentro de las distintas colecciones que hemos abierto: educación, filosofía, investigación, balsa manteña (ensayos pequeños), historia, narrativa juvenil (que acaba de inaugurar Sina Mondavi con su ópera prima Cuarto Creciente, novela que dará mucho que hablar y escribir) literatura… colección esta última a la que llamamos Almuerzo desnudo en homenaje al escritor William Burroghs, autor emblemático de la literatura norteamericana, de la generación beat, asiduos de la contracultura, conformadores de los movimientos hippies y sobre todo grandes cuestionadores de cualquier sistema político que intente doblegar la libertad y las ilusiones humanas.

La colección de literatura merece apartado especial por cuanto la editorial Mar Abierto empezó siendo un sueño callejero de Pedro Gil, William Happe y quien escribe, y sobre todo por cuanto Pedro Gil, un ícono de la poesía ecuatoriana actual, todo un “mito urbano”, ha sido elogiado en los últimos años como uno de los mayores poetas de la lírica ecuatoriana, y para ello ponemos en este libro varios ensayos escritos a propósito de su obra dentro del país y fuera de él; y lo más valioso es que este mismo poeta, quien no tiene título académico pero sí harta creatividad y autoformación, ahora como profesor o coordinador del Taller Literario del Departamento de Cultura ha formado toda una escuela de nuevos poetas y narradores, lo cual es altamente meritorio porque uno de los fracasos de nuestro sistema educativo, y de las artes en general de nuestro país, es que por lo regular los grandes maestros no dejan escuelas, y eso es fatal para el desarrollo substancial de nuestra institución, ciudad y país. Un poeta que ha compartido su talento y su sangre, y entre sus discípulos destacados nombramos: Alexis Cuzme, Ernesto Intriago, Diana Zavala, Yuri Cadena, Milton Ferrín, Yuliana Marcillo, María del Carmen Zavala y otros que dentro y fuera del país ya vuelan con alas propias. Al final de este libro hay comentarios sobre los libros publicados por Pedro, y por los libros publicados por los talleristas de Pedro, el titulado Soledumbre, aunque había como antecedente otro titulado Rompepalabras, de otra generación.

Al inicio de esta introducción decía que me temblaba la mano al escribir esta introducción más por resquemor intelectual antes que por desconfianza en nuestro trabajo, más por ejercicio de abrir el paraguas antes que llueva que por el hecho mismo de la lluvia de ideas y palabras que ahora procuro manejar y que hay por montón en las páginas que vienen, pero también lo decía porque de “escritor de oficio” me he convertido en “escritor de oficios” que es la peor forma de la mala suerte para un alma apasionada de las letras, y por otro lado porque seguramente en este libro habrá mucha gente que debió alumbrarnos con su nombre y con su escrito pero que por alguna razón de tiempo o coordinación no fue posible debido al vertiginoso hacer y ser de la ULEAM y la Editorial Mar Abierto.

Ubaldo Gil Flores
Editor General
Manta, noviembre del 2010

martes, 14 de septiembre de 2010

Dramaturgia desde el Mar se lanzó en el Chushig

De izq. Nixon García, uno de los autores de Dramaturgia desde el Mar, junto a Ubaldo Gil, director de la Editorial Mar Abierto.

En la clausura del XXIII Festival Internacional de Teatro de Manta (FIM), 10 de septiembre, la editorial Mar Abierto realizó el lanzamiento del libro Dramaturgia desde el Mar, texto que reúne las obras Malanoche y La Travesía, de y Arístides Vargas y Nixon García respectivamente. Ambas han sido representadas por el grupo de teatro mantense La Trinchera.

La presentación se realizó en el escenario del teatro universitario Chushig, previo al espectáculo de la laureada actriz mexicana Regina Orozco. García menciona en la contraportada que este libro es “un testimonio de cómo el mar es capaz de provocar nuestra sensibilidad y creatividad, revolviéndonos los sesos con su oleaje lúdico y su iconoclasta puesta en escena en cada puerto que irrumpe”.

Ubaldo Gil, director de Mar Abierto, señaló que hace 28 años siendo estudiante del colegio 5 de Junio fue uno de los fundadores de La Trinchera, agrupación que posteriormente por la tenacidad de Nixon García y Rocío Reyes dio como resultado el festival.

Señaló que en el festival y en la editorial Mar Abierto se refleja el éxito de combinar esfuerzos entre lo público y lo privado. “Desde lo público el apoyo de Medardo Mora, rector de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí ha sido fundamental en todo este proceso, que por ejemplo hoy (10 de septiembre) hace posible este lanzamiento (… ). Sólo por esa noche el libro se venderá al 50 por ciento menos del costo real.”.

Ubaldo Gil destacó el trabajo en conjunto del grupo de teatro La Trinchera con Arístides Vargas, dramaturgo, actor y director de teatro argentino radicado en Ecuador hace tres décadas. “La vida sigue siendo un teatro y nosotros seguimos siendo actores, en mi adolescencia quise ser teatrero ahora me conformo con ser utilero, uno que sirve, que hace su trabajo con amor”.

Sobre el montaje que La Trinchera hizo años atrás de La Travesía Ubaldo Gil apuntó: “es oportuna y lúcida en su puesta en escena…es también rica en sus variados elementos de construcción de la trama, en el desarrollo del discurso teatral dramático y en el despliegue de múltiples recursos que permiten crear una atmósfera sencilla, pero de muchas significaciones y posibilidades de lecturas e interpretación”.




Este libro se realizó en coedición con editorial Eskeletra (Quito).

martes, 22 de junio de 2010


FOTO: RODOLFO PÁRRAGA para El Telégrafo

Entrevista a el manabita Ubaldo Gil.


“Hay mucho que formar”

Ubaldo Gil, vicepresidente de la Eulac, insta al país a fortalecer sus editoriales universitarias.

El manabita Ubaldo Gil, en calidad de director de la Editorial Mar Abierto, adscrita a la Universidad Laica Eloy Alfaro, de Manabí (Uleam), ha hecho las veces de anfitrión del primer Encuentro y Muestra de Editoriales Universitarias de Ecuador, en el campus ubicado en Manta. Desde el miércoles y hasta hoy se han hecho presentes conferencistas internacionales como el costarricense Mario Castillo, presidente de la Asociación de Editoriales Universitarias de América Latina y el Caribe (Eulac) e Hilda Hernández, coordinadora nacional de la Red Altexto de Editoriales Universitarias y Académicas de México; además de nacionales como Andrés Ortega y Nadia Arteaga, de la Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología (Senacyt).

Gil, vicepresidente de la Eulac, hace un balance previo del encuentro y la situación de las editoriales universitarias ecuatorianas. Hoy, de 09:00 a 12:00 y de 12:00 a 20:00, se darán las últimas conferencias de extranjeros y nacionales, además de presentaciones artísticas.
“Veo desde regular para abajo y no tanto por el nivel de contenido y calidad de los libros...”

¿A qué se refiere con la palabra muestra en el título del evento?
Como no hay procesos de editoriales universitarias consolidados en nuestro país no podemos llamarle a cualquier evento feria, congreso, y ni siquiera seminario taller desde el punto de vista académico. Desde mi punto de vista estamos preparados solo para un encuentro con las respectivas muestras para conocer y reconocernos en lo que otros hacen y nosotros estamos haciendo: evaluar, reflexionar y plantearnos qué vamos a hacer como universidad ecuatoriana en 5, 10, 20 años en torno al libro universitario.

¿Cómo se inició en el mercado de las editoriales universitarias?
Por necesidad histórica y lo digo sin exagerar, como escritor me di cuenta de que en el país, pero sobre todo en la Costa Ecuatoriana no hay editoriales universitarias; y las que hay fuera de las universidades sean públicas o privadas por lo regular se convierten en gueto de amigos.

¿Cómo llegó a ser vicepresidente de la Eulac?
Estuve en el VII Congreso Internacional de Publicaciones Universitarias de Iberoamérica, realizado en Bogotá, en agosto del año pasado; llevé una muestra de los libros que hemos publicado, tuve el azar de conversar con los directivos salientes de la Asociación de Editoriales Universitarias de América Latina y el Caribe (Eulac) entiendo que valoraron mi trabajo y me propusieron que aceptara la vicepresidencia de tan importante organismo en América Latina y el Caribe. Con este evento que he desarrollado creo que he satisfecho sus expectativas, por cuanto acabamos de conformar la Red de Editoriales Universitarias de Ecuador.

Todavía siento laceración espiritual porque algunos ecuatorianos intentaron oponerse a mi candidatura.

¿A qué se debe la presencia de ponentes internacionales, si el encuentro es nacional?
Se trata de un encuentro nacional e internacional Por un lado hemos invitado a todas las universidades ecuatorianas, pero también gente que ha desarrollado procesos muy trascendentes para el libro universitario en otros países y de los cuales tenemos mucho que aprender.

¿Cómo valora el desarrollo de las editoriales universitarias aquí?
Veo desde regular para abajo y no tanto por el nivel de contenido y calidad de los libros, sino porque las universidades públicas no han manejado criterios de comercialización y ventas, pago de derecho de autor, distribución nacional e internacional.

¿Cuál es el aporte de los representantes de la Senacyt?

Todo académico, profesional de cualquier área o las mismas instituciones universitarias que no sepan lo que es una marca, la importancia de las patentes y más aún todo lo relacionado con derecho de autor, deberían dedicarse a otra cosa, menos al mundo universitario. Vivimos la sociedad del conocimiento y ese conocimiento tiene un valor intangible, pero tiene también un precio tangible.

¿Cómo llegó a ser editor y luego director de una editorial?
Como editor hay que manejar criterios técnicos en el lenguaje de diseño gráfico, publicidad, corrección de estilo, etc. Y cuando uno conoce todo este engranaje si no domina lo que tiene que ver con gestión pública y con gerencia de producción y comunicación, todo se queda trunco. Por lo tanto, ser director era inevitable porque conocía y conozco las diferentes fases que hay que vivir en el desarrollo de una editorial.

¿Desde cuándo se planeaba este encuentro y muestra?
Este evento fue abortado dos ocasiones anteriores, en octubre del año pasado y enero del presente; por fin pude cotejar las fechas de los conferencistas, lograr que creyeran en este encuentro y después todo se dio por gestión. El financiamiento es gracias a la apertura constante y lúcida que tiene Medardo Mora, rector de la Uleam, quien nos ayudó para que el Conesup financie con US$ 2.500.

A usted se lo ha llamado semiólogo, escritor, editor, especialista en Gerencia de Comunicación Organizacional y director de la Unidad Editorial Mar Abierto, de la Uleam...
Soy un escritor que, como profesional, para sobrevivir estudié semiótica y Gerencia de Comunicación Organizacional. Pero por necesidad no sólo para mí, sino para mi generación y para los que vienen me atreví a desarrollar esta editorial (Mar Abierto) y, obviamente, tengo una enorme tensión espiritual porque de algún modo sacrifico mi escritura literaria.

“Las instituciones universitarias deben aceptar que tienen muchas falencias que hay que superar...”

¿De qué manera se ha sentido la presencia de la Eulac en el país?
A la Eulac sólo pertenecían la Universidad Particular de Loja , la Andina Simón Bolívar y la Politécnica Salesiana de Cuenca, universidades a las que Eulac sí ha beneficiado o aportado en mejoramiento de diseño, canales de distribución, contactos. Otras no han querido o no han podido mejorar sus niveles de edición y distribución.

¿Mar Abierto está publicando en conjunto con Eskeletra Editorial? ¿Cuál es la estrategia para hacerse sentir en todo el país?
Las coediciones son fundamentales por la dinámica entre lo público y lo privado, los estados modernos y desarrollados funcionan como siameses en el ejercicio y praxis del Estado–empresa privada. Pero como instituciones públicas tenemos pasos de tortuga, mientras que las empresas privadas van como flechas en la noche. En cuanto a la estrategia para hacernos sentir en el país eso es algo lento, muy lento, y nosotros creemos que en cinco años más podemos tener un posicionamiento más efectivo no con los libros en general.


¿Qué tanto hay de Ubaldo Gil en la Editorial Mar Abierto?
Bueno, hay mucho dolor físico y espiritual. Mucha angustia ante la inoperancia de la administración pública y mucha desesperación por lograr que Manabí, una tierra que históricamente nunca tuvo procesos editoriales y movimientos académicos y de escritores bien consolidados, lo pueda lograr.

¿Cómo diferencia entre ser editor y escritor de textos?
Como editor funciona la parte racional, como escritor me tiro al abismo para que las vísceras salgan a la luz.

¿Ya se planean otros eventos sobre editoriales universitarias?
Todavía no. Hay que evaluar el presente encuentro, hacer los correctivos del caso y digerir bien las buenas experiencias aprendidas de instituciones o personas.

¿Cuál es el balance que queda en el aire con este encuentro?
El balance es que los sistemas de comercialización y ventas, así como el de distribución, no han funcionado. El balance fundamental es que las instituciones universitarias, sobre todo las públicas, deben aceptar que tienen muchas falencias que hay que superar, en muchos aspectos, de la edición y que para ello es indispensable trabajar en conjunto con la empresa privada. De lo contrario, no vamos a ningún lado. Seguiremos entre las buenas intenciones y la frustración.

Walter Franco
wfranco@telegrafo.com.ec
Reportero - Cultura

TOmado de

http://www.telegrafo.com.ec/septimodia/laentrevista/noticia/archive/septimodia/laentrevista/2010/06/18/_1C20_Hay-mucho-que-formar_1D20_.aspx

miércoles, 5 de mayo de 2010

Profundo en un vistazo

Ángel Emilio Hidalgo, Medardo Mora y Ubaldo Gil, explicando la importancia del libro universitario como medio de producción de conocimientos.


Manabí es una provincia-región que por geografía, historia, culturas, gastronomía, espacios turísticos, producción ganadera y agropecuaria: café, cacao, tagua, queso, sombrero de paja toquilla o “jipijapa”, industria atunera…además de la conformación mestiza pero con dos rasgos raciales culturales: montubio y cholo, el primero con una visión de poder religioso, militar, político y económico piramidal (europeo), y el segundo con una percepción y praxis de la vida horizontal (aborigen costeño) conforman a un Manabí que puede ser considerada una pequeña nación en el contexto ecuatoriano.

Sin embargo fiel al legado de Eloy Alfaro Delgado, símbolo de la Unidad Nacional, nuestro autor, el escritor académico Medardo Mora Solórzano, quien ha escrito obras reconocidas en el contexto nacional y cuya figura académica trasciende los linderos patrios, con esta obra “Vistazos al Manabí profundo” desde lo profundo del Manabí de ayer, hoy y mañana, desde lo local, nos plantea el análisis de su tierra pero pensando en el estado y la nación ecuatoriana. En ningún momento cae en el juego de la nacionalidad o el patrioterismo aldeano porque como hombre de academia sabe lo peligroso que son los conceptos en manos de oportunistas, demagogos y politiqueros.

Una acotación final: nuestro autor se empeña en reafirmar un Manabí montubio en su esencia cultural y étnica, yo sigo creyéndome cholo por cultura y ancestros, temas que serán para otra puesta en escena del pensamiento manabita y que solo la dinámica de la academia lo permite, por ser un espacio donde la libertad de pensar y obrar son un real ejercicio de libertad ya que la verdad siempre es plural y compleja.
(Texto que aparece en la contraportada de la obra Vistazos al Manabí profundo que Editorial Mar Abierto en co-edición con Eskeletra, pondrán en circulación próximamente)

lunes, 26 de abril de 2010

Ciudades Preventivas

Mina Seinfeld y Olga Vélez


Ciudades Preventivas es un libro que trata sobre uno de los problemas más conflictivos del siglo XX y con seguridad del XXI, que es el tema de las drogas y todo lo que en torno a ella gira: poder económico y militar, negocios de armas, la generación de “estados fallidos” porque la democracia es secuestrada por el narcotráfico, y fundamentalmente la degradación del ser humano. Las drogas en términos metafísicos conducen a un callejón sin salida a los países y género humano, porque siempre ha existido esa necesidad de ausencia o de búsqueda de “paraísos artificiales” pero nunca había ocurrido como en nuestros tiempos con tantas ofertas de drogas y alucinógenos, pero al mismo tiempo en un capitalismo salvaje, nunca como hoy ha sido y es uno de los negocios más rentables del mundo, asociado al negocio de las armas y al aniquilamiento de los mayores valores humanos, como la paz, la seguridad y la esperanza.

Mina Seinfeld y Olga Vélez, están liderando toda una cruzada para la prevención del uso de drogas en Latinoamérica, y en este caso particular en Manta, ciudad puerto turístico, comercial e industrial, ciudad que desde sus ancestros aborígenes fue cuna de pescadores y de navegación e intercambio comercial entre los Mantas con los Mayas y Aztecas, y con distintas tribus de las Costas del Pacífico Sur; sin embargo ahora esta ciudad se ha convertido en puerto no solo de tránsito si no de asentamiento de quienes se dedican a la actividad ilícita del tráfico de drogas, con lo cual se levantan varios peligros en todo el tejido social cuyo efecto inmediato es la inseguridad, pero en niveles más profundos es el peligro que corren las generaciones de Manta, el país y Latinoamérica.

Pero prevención no es solo el manejo de datos técnicos, el análisis de causas y efectos, debe ser también la capacidad de analizar el o los hechos con mente fría y asumir todos los riesgos de la condición humana.

En los Estados Unidos, el mayor consumidor de drogas del mundo desde Bill Clinton, pasando por George Bush hijo hasta Barack Obama, han confesado que consumieron drogas, en el caso de Bush hijo no sólo consumió drogas blandas (marihuana, cocaína) si no también drogas duras (LSD, ácidos, heroínas…) y sin embargo lo confesaron y sobre todo a partir de su experiencia pudieron comprender mejor el tema en el mejor de los casos, y en el peor terminaron con un fundamentalismo que los condujo a armar guerras en distintas partes del mundo como en el caso de Bush hijo.

Quienes hemos consumido en otras latitudes, no en afán de ser presidente de los Estados Unidos, si no en la búsqueda de distintas experiencias mágicas, físicas o simplemente de desconexión con la realidad, sabemos lo duro y el horror de las resacas; pero si miramos de frente al destino humano y no negamos nuestra fragilidad. Alguna neurona nos hace pensar que si este es un negocio y el país más poderoso del mundo es el consumidor, pero no puede evitar el consumo en sus propios linderos y en cambio lo combate fuera al extremo que en ese combate los miles de muertos lo ponen México, Colombia, Ecuador, Perú y otros países subdesarrollados, entonces es que hay algo obscuro y tenebroso detrás de toda esta realidad. Acaso para las grandes potencias negocio es negocio y cuando se afecta a su economía hay que combatirla en otros lados, y hasta el mismo combate sirve para el negocio de la televisión o el cine de violencia que venden al mundo.

De ahí que no podemos ser cándidos o gente de buenas intenciones, hay que prevenir y hay que educar de un modo sistemático y reiterativo a los niños y adolescentes, hay que transmitirle valores, con la luz del cristianismo, porque estos aunque sean atrapados por las redes del mal si es que miramos esto en un sentido ontológico, siempre volverán al cauce o camino de buena convivencia y de auténtica práctica humana. Es decir con la ayuda de grupos de recuperación, de centros religiosos alternativos o convencionales cualquier persona puede librarse de las garras del miedo y del horror, ya que en el fondo el consumo inicial puede ser un problema de desorientación y el consumo extremo es radicalmente la pérdida de todo sentido de espiritualidad humana y del sometimiento a unos químicos que atraen como tantos Demonios que por el mundo andan: la codicia, la lujuria, la envidia, etc.

Con el libro Ciudades Preventivas inauguramos la colección “Paraísos Artificiales” en memoria a ese poeta inmortal llamado Charles Baudelaire, quien experimentó con distintas drogas y después comprendió que siempre es posible regresar del infierno, o que solo se puede a través de este camino llegar al paraíso.
Manta, abril del 2010

jueves, 7 de enero de 2010

“Nada de declamación, solo trabajo y más trabajo”


Por: Walter Franco
(periodista guayaquileño)

P: ¿Por qué producir una revista libro en Ecuador? ¿Tiene algo que ver la idea con lo que sucede en Quito con la Kippus, de la Universidad Andina Simón Bolívar?
R: Es ya un lugar común que América Latina, en letras, no es más que un cementerio de revistas literarias, porque tienden a desaparecer en corto tiempo, y en muchos casos eso refleja la falta de rigurosidad académica o creativa, pero también la falta de apoyo o demasiado apoyo del estado. En el primer caso la gente se queja, en el segundo se acomoda y ya no produce.
He leído la revista Kippus y no es para nada nuestro modelo desde el punto de vista temático. La revista libro Cyberalfaro, texto académico de investigación y creación responde a la provincia región Manabí en el contexto nacional y global, era necesario pasar de nuestro pensamiento lúdico, mágico, a uno más racional y cerebral y esto demanda décadas, el proyecto se desarrolla en la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí, y desde el inicio, de acuerdo a un plan estratégico bien planteado, la revista no era más que un puente para poder llegar a la Editorial Mar Abierto, editorial universitaria que hoy es una realidad en el contexto nacional e internacional; pues tengo el mérito de ser Vicepresidente de la Asociación de Editoriales Universitarias de América Latina y el Caribe (EULAC) para la subregión andina, lo cual es una señal de que hemos llegado a otros países aunque de pronto no hemos llegado a todo el país, lo cual forma parte de las contradicciones de la nación ecuatoriana.

P: ¿De dónde surgió el título de Cyberalfaro? ¿Por qué se lo escogió?

R: Es la combinación de la avalancha de la tecnología que siempre estará marcando un modo de ser, combinado con Alfaro, es decir la representación de nuestra tradición, de sus valores: sacrificio, trabajo, honestidad, incluso hasta martirio por sacar adelante a nuestra región y país. La figura de Alfaro se la ha utilizado políticamente pero el estado no nos devolvió a tiempo educación de calidad, perdimos más de 7 décadas.



P: Debido a que la revista funciona con colaboraciones de varios miembros del Consejo Editorial y de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí, ¿Cómo hace usted como editor para hacer sugerencias u observaciones a los temas propuestos y artículos entregados?
R: Tenemos un reglamento que está en nuestra página web. Escribe gente de nuestra universidad, del país y académicos extranjeros; pero no somos inflexibles, no podemos serlo en una provincia donde no existió tradición de lectores y escritores, o por lo menos movimientos culturales bien consistentes y de proyección nacional. Aceptamos las sugerencias y observaciones y las cumplimos de acuerdo a nuestra realidad académica y creativa. Por ejemplo a mí me encantaría que un solo ejemplar gire en torno a un tema substancial para abordarlo desde varios ángulos pero quienes escriben hasta la fecha no logran articularse al propósito: cuestión de tiempo, de formación académica…

P: ¿Cómo nació la Editorial Mar Abierto y cuál es el lugar que ocupa Cyberalfaro en su producción?
R: Quizás lo anecdótico y fundamental era que queríamos asaltar un banco para reunir fondos para la editorial, nos dimos cuenta a tiempo que en el país hay demasiados ladrones políticos, y ahora último con ese ejemplo la inseguridad reina en el país. Pero nos ayudó Medardo Mora y se hizo menos difícil.
Fue toda una generación de los años 80 del siglo pasado, salió el grupo de teatro La Trinchera, actores de teatro, televisión y cine. Fui miembro fundador de teatro pero lo mío era escribir cuentos y novelas que he publicado en partes. En el sueño de la editorial estuvieron Pedro Gil y William Happe, la editorial nació al calor de la Caña Manabita, el olor a hierba y la energía terrible que crean autores como Dostoiesky, Kafka, Sartre, Camus, además de todos los genios de la literatura del boom latinoamericano como García Márquez, Vargas Llosa, Rulfo, Benedetti, Cortázar, Borges (el inmortal) y otros. Aunque para realizar un sueño hay que pasar por pesadillas como la lucha contra la burocracia y las limitaciones de quienes están en el poder. O de quienes manejan los recursos públicos.

P: ¿Hay algún tema que se prefiera no tocar o tabú en Cyberalfaro?
R: Nuestra universidad es laica y liberal por tanto estamos abierto a todo tipo de temas siempre que haya respeto a los demás y tolerancia.


P: ¿Cuáles son las temáticas que puede abordar Cyberalfaro?
R: Priorizamos los temas regiones en un gran porcentaje, luego los nacionales y ahí los globales. Hay que tener claro que el nuestro es un país diverso y de una provincia a otra, incluso de una ciudad a otra, hay tantas diferencias que hay muchos vacíos o muchos puentes que construir para después llegar a niveles de abstracción más complejos. Como región y como país somos simplistas y coyunturales, no hay que olvidarlo nunca.
P: ¿Con qué frecuencia sale la revista libro? ¿Cuál es su costo para el público y dónde se la consigue?
R: Salen tres al año, el costo es de 5 dólares, la política que usamos es que a cada autor se le paga con libros y este lo vende a su modo. Por tanto la mayoría queda en Manabí aunque hemos dejado en las principales librerías de Quito y Guayaquil algunos ejemplares.
Pero también cuenta que al año estamos publicando un promedio de 12 libros multidisciplinarios de: medicina, economía, folklore, historia, educación, literatura, etc. Apuntamos a ser una verdadera editorial universitaria en términos modernos, ahora en enero cumplimos 10 años, y entramos a la segunda fase por diez años más donde privilegiaremos el marketing, ventas, es decir todo lo que tiene que ver con la distribución en el país y fuera de él. Hasta tanto creemos que estamos posicionados, hemos alcanzado cierto grado de aceptación en lo temático y en lo formal. La industria editorial demanda el manejo de muchas disciplinas y como todo negocio hay que formarse, hacer alianzas, y correr riesgos de perder o ganar. Y creo que como ecuatorianos y manabitas ya hemos perdido mucho tiempo y dinero, y es hora de ganar con empresas mixtas, con el apoyo del estado y las iniciativas de los sueños privados.

P: ¿Cómo es el proceso para sacar adelante una edición de Cyberalfaro?
R: Se vuelve fácil a estas alturas, Cyberalfaro no es más que una rueda de un engranaje llamado Editorial Mar Abierto.

P: ¿En algún momento la revista libro se distribuirá en otras ciudades?
R: La distribución no solo es un problema nacional si no latinoamericano, y por eso hemos ido lentos pero sin pausa, cumpliendo las metas y objetivos esenciales para poder actuar como cualquier empresa que te distribuye desde una coca cola hasta un carro de último modelo. Tenemos por delante diez años para concretar y cumplir una auténtica distribución. Y nos faltarían unos 30 años más para saber si realmente la editorial es un hecho impreso en la memoria regional y nacional. Seguramente desde el otro lado sí sabremos que hicimos lo que teníamos que hacer: nada de declamación, nada de palabrerías, solo trabajado, más trabajo y más trabajo.

lunes, 4 de enero de 2010

Limpieza de las palabras: opinión, comentario, análisis y crítica


¿Entre esa buena gente que compuso y escribió el Antiguo y Nuevo testamente, uno de ellos, por lo menos, pensó que lo que hoy conocemos como Biblia, originaria varías religiones, miles de sectas, guerras en el nombre de Cristo? Podemos lucubrar y con ello discernir en torno al sí o al no, pero no podemos negar el hecho histórico que motiva la pregunta. Luego volveremos al porqué de ese entuerto.

Cada época, entre comer y cepillarse los dientes, nos exige limpiar las palabras, sacarles el moho y meternos en el alma de ellas. Esto sin olvidar que ninguna palabra puede ser “estudiada” y valorada de modo aislado, sino es en el contexto en el cual tiene vida.

Cuatro de estos términos o signos, empleado en lo semántico con desfachatez, son opinión, comentario, análisis y crítica. Son palabras tan complicadas que se las usa sin distinción y que tampoco se advierte la presencia de ellas en el trajinar cotidiano. Sin embargo están presente en el aliento diario de lo político, empresarial, económico, social, cultural...

No es lo mismo comentar que analizar
El mismo DRAE en torno a la palabra “comentario” nos dice: “Escrito que sirve de explicación y comento de una obra, para que se entienda más fácilmente. 2. Juicio, parecer o consideraciones. Emitidos oralmente o por escrito, sobre personas, asuntos, cosas, etc.”

Nótese que esta definición incluye dos expresiones que vistas en el contexto son claves: “escrito” y “se entienda fácilmente”. Y la tercera palabra demanda mayor cuidado puesto que abarca a las primeras, pero las trasciende. Leamos, análisis: “M. Distinción y separación de las partes de un todo hasta llegar a conocer sus principios y elementos. Fig. Examen que se hace de alguna obra, discurso o escrito. 3. Método estadístico usado para cuantificar la importancia de cada uno de los factores actuantes de un fenómeno. Gram. Examen de los componentes de un discurso y de sus propiedades y funciones”.

No sólo que esta palabra tiene más significado sino que señala la necesidad de “separación de las partes de un todo”, “método estadístico” o “propiedades y funciones”.

La palabra análisis, queda clarísimo, es más rica en significación y en complejidad que las anteriores. Pero ahora revisemos al signo crítica: Pero ahora revisemos al signo crítica: “Arte de juzgar la bondad, verdad y belleza de las cosas. Cualquier juicio formado sobre una obra de literatura o arte”. Como leemos la crítica Es una labor de arte diferente a las anteriores pero que tiene correlaciones con las tres primeras palabras. Más adelante, con ejemplos, reflexionaremos sobre el uso de este término.

Entre la subida del gas y la bajada del ego
Si esta mañana o cualquiera de los meses venideros, al presidente actual o al que venga, se le ocurre subir el gas o la gasolina (no tenga la menor duda de que lo hará) qué cree, anónimo lector, que debe hacer usted: ¿opinar, comentar, analizar? O mandarlo a visitar a la madre que lo parió, con lo cual no lograría nada, tan solo desinflar su triste e impotente ego.
Tomemos varios casos ante los cuales debemos aplicar el sentido de las palabras que nos preocupan: La Construcción del Puerto de Transferencia de Manta, nuevas medidas económicas, el nacimiento de un hijo no deseado, la llegada de un marciano, el último juego de nuestro equipo de fútbol preferido, leer un libro...

Todos estos hechos exigen nuestra opinión, si es que nos hemos enterado de que somos ciudadanos y vivimos en una sociedad democrática; pero no todos estamos en capacidad de realizar un comentario o análisis sobre los mismos temas.

Cada área demanda dominio de ella, criterios técnicos, información del contexto social, económico y político en el que nace un hecho. Por eso resulta asfixiante, atosigante por decir lo menos, escuchar o leer criterios antojadizos propios de pensamientos infantiles y que afectan tanto al desarrollo de la cultura nacional.

Pongo tres casos para ampliar las ideas: 1) Si vemos un partido de fútbol todos podemos decir (opinar) me gustó o no, ese “negro” es un bruto y todo lo que se quiera; pero se necesita ser Pancho Maturana para separar, examinar, distinguir, los distintos factores que intervinieron dentro del juego. Y emitir un criterio lleno de “cientificidad”, coherente, sistemático.

Si se trata de construcción del Puerto de Transferencia en Manabí, los mentalizadores y ejecutores, Manta y Bahía de Caráquez para el caso, no pueden entrar en una discusión bizantina o caer en la provocación de quienes solo tienen como argumento el insulto, el enfoque de rencillas cantonales o peor el de temas estrictamente personales. Como no es mi intención inclinar la balanza para uno u otro lado, solo vale resaltar que son los argumentos concretos los únicos que pueden dar luz ante cualquier desavenencia.

Si observamos un hecho cultural: ver una película, leer un libro, ver una obra de teatro, escuchar una música, etc. tenemos la alternativa de opinar, comentar o analizar, y tan solo nos cuesta el discernimiento de qué es lo que realmente podemos hacer. En cualquiera de las opciones que tomemos, instintivamente diremos: buena, mala, más o menos; poro lo ideal es darle su valor al hecho dentro del contexto en el que se produce. Y para ello se requiere una honestidad a prueba de bala y mejoramiento no del sentido común sino del buen sentido, gusto o criterio.


El problema de la crítica en el país
Como hemos estudiado hasta el momento cada palabra tiene su arena movediza en el que hay que andar con cuidado. La crítica es una arte y por muy ingenuos o perezosos que seamos no negaremos que un arte no se lo domina de un día a otro.

El término arte, tan amplio y rico en matices, nos conduce y nos obliga a revisar la palabra interpretar: “TR. Explicar o declarar el sentido de una cosa, y principalmente el de texto faltos de claridad. Explicar, acertadamente o no, acciones, dichos o sucesos que puedan ser entendidos de diferentes modos”. (DRAE).

En el primer párrafo, dentro del meollo de la pregunta en trono a lo que ha causado y causa la Biblia o cualquier texto religioso, hay un problema estricto de interpretación.
El gran problema contemporáneo y de todos los tiempos ha sido y es el de interpretar nuestra propia realidad. Y el mundo actual, mucho más para los que vivimos en países subdesarrollados, no exige un nivel de interpretación sagaz, inquisitivo, apasionado, o estaremos destinados a lo de siempre.

Desde luego, si todos estamos en obligación de opinar, no todos podemos comentar, analizar y mucho menos interpretar. En el país, a nivel de arte, la crítica todavía sigue en ciernes. Decirlo es una provocación que solo puede ser desmentida con argumentos. Yo mismo puedo citar a nombres de escritores o teóricos que se han dedicado a esta actividad: Hernán Rodríguez Castello, Miguel Donoso Pareja, Agustín Cueva, Fernando Balseca, Cecilia Ansaldo, Antonio Sacoto y otros, pero estos casos son excepciones de la afirmación.

Entre paréntesis vale insistir en que en la actualidad o en gran parte de la historia del arte los mismos creadores han sido quienes mejor han esbozado o desarrollado niveles teóricos incuestionable. Basta con mencionar a Platón, Baudelaire, Poe, T. Eliot, Flaubert, Borges, Vargas Llosa, Carpentier y otros, pero que lamentablemente han sido olvidados en esta línea por el peso que han tenido sus creaciones.

La mayoría de los “Críticos” no pasamos de reseñadores, comentaristas o como máximo analistas de hechos culturales. El arte de la crítica (que no deja de tener rigor científicidad) exige un ejercicio permanente, sistemático y de búsqueda constante. ¿existen libros o revistas de especialización, constante en nuestras universidades o en el mercado de libros?.

Asumir esta realidad, aunque Quito o Guayaquil u otras urbes no se den por enterado, es un paso saludable para el país lo es también que los medios de información cedan un espacio para comentar y analizar las actividades culturales diarias con personas que realmente sepan lo que hacen y lo hagan de modo coherente, y no como hechos circunstanciales.

También es saludable evitar el mutuo lanzamiento de flores entre quienes se dedican al trabajo artístico. Y más aún para quienes solo lo practican y no lo estudian vale aclarar (les) que un periodista cultural (comentador, analista o crítico) no tiene la obligación de elogiar toda producción, al contrario, su criterio debe ser imparcial, justo en la valoración de quienes participan en una generación; de ahí surge su honestidad que, como todo hecho cultural y social, en el futuro y sin que caigamos en contradicción, también puede ser juzgado.

Los analistas y críticos mencionados arriba se han ganado enemistades a muerte e incluso entre ellos no deja de haber cierta fricción, pero es el trabajo continuo y “serio” lo que permite que sean puntos de referencia.

En el Suplemento Dominical del “Mercurio”, durante años, he mantenido un espacio abierto al comentario y análisis (lejos de una crítica) lo cual ha tenido respuestas de las que no me asombro. Por ejemplo, una señora que tiene muy buenas intenciones (de seguro ha olvidado que el infierno está lleno de este tipo de gente) escribió con tono religioso, de lo bueno que es no criticar. Daba una simple opinión sobre un tema harto complejo que me ha deparado años de estudio y lecturas. Zapatero a tu zapato, tan difícil que resultan las cosas sencillas.
No faltó quien a falta de ideas buscara asuntos estrictamente personales, pero de esto es mejor no hablar. Forma parte del folklore -cuánto ganaría el país si pudiera exportarse nuestro folklore mental- ecuatoriano.