jueves, 7 de enero de 2010

“Nada de declamación, solo trabajo y más trabajo”


Por: Walter Franco
(periodista guayaquileño)

P: ¿Por qué producir una revista libro en Ecuador? ¿Tiene algo que ver la idea con lo que sucede en Quito con la Kippus, de la Universidad Andina Simón Bolívar?
R: Es ya un lugar común que América Latina, en letras, no es más que un cementerio de revistas literarias, porque tienden a desaparecer en corto tiempo, y en muchos casos eso refleja la falta de rigurosidad académica o creativa, pero también la falta de apoyo o demasiado apoyo del estado. En el primer caso la gente se queja, en el segundo se acomoda y ya no produce.
He leído la revista Kippus y no es para nada nuestro modelo desde el punto de vista temático. La revista libro Cyberalfaro, texto académico de investigación y creación responde a la provincia región Manabí en el contexto nacional y global, era necesario pasar de nuestro pensamiento lúdico, mágico, a uno más racional y cerebral y esto demanda décadas, el proyecto se desarrolla en la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí, y desde el inicio, de acuerdo a un plan estratégico bien planteado, la revista no era más que un puente para poder llegar a la Editorial Mar Abierto, editorial universitaria que hoy es una realidad en el contexto nacional e internacional; pues tengo el mérito de ser Vicepresidente de la Asociación de Editoriales Universitarias de América Latina y el Caribe (EULAC) para la subregión andina, lo cual es una señal de que hemos llegado a otros países aunque de pronto no hemos llegado a todo el país, lo cual forma parte de las contradicciones de la nación ecuatoriana.

P: ¿De dónde surgió el título de Cyberalfaro? ¿Por qué se lo escogió?

R: Es la combinación de la avalancha de la tecnología que siempre estará marcando un modo de ser, combinado con Alfaro, es decir la representación de nuestra tradición, de sus valores: sacrificio, trabajo, honestidad, incluso hasta martirio por sacar adelante a nuestra región y país. La figura de Alfaro se la ha utilizado políticamente pero el estado no nos devolvió a tiempo educación de calidad, perdimos más de 7 décadas.



P: Debido a que la revista funciona con colaboraciones de varios miembros del Consejo Editorial y de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí, ¿Cómo hace usted como editor para hacer sugerencias u observaciones a los temas propuestos y artículos entregados?
R: Tenemos un reglamento que está en nuestra página web. Escribe gente de nuestra universidad, del país y académicos extranjeros; pero no somos inflexibles, no podemos serlo en una provincia donde no existió tradición de lectores y escritores, o por lo menos movimientos culturales bien consistentes y de proyección nacional. Aceptamos las sugerencias y observaciones y las cumplimos de acuerdo a nuestra realidad académica y creativa. Por ejemplo a mí me encantaría que un solo ejemplar gire en torno a un tema substancial para abordarlo desde varios ángulos pero quienes escriben hasta la fecha no logran articularse al propósito: cuestión de tiempo, de formación académica…

P: ¿Cómo nació la Editorial Mar Abierto y cuál es el lugar que ocupa Cyberalfaro en su producción?
R: Quizás lo anecdótico y fundamental era que queríamos asaltar un banco para reunir fondos para la editorial, nos dimos cuenta a tiempo que en el país hay demasiados ladrones políticos, y ahora último con ese ejemplo la inseguridad reina en el país. Pero nos ayudó Medardo Mora y se hizo menos difícil.
Fue toda una generación de los años 80 del siglo pasado, salió el grupo de teatro La Trinchera, actores de teatro, televisión y cine. Fui miembro fundador de teatro pero lo mío era escribir cuentos y novelas que he publicado en partes. En el sueño de la editorial estuvieron Pedro Gil y William Happe, la editorial nació al calor de la Caña Manabita, el olor a hierba y la energía terrible que crean autores como Dostoiesky, Kafka, Sartre, Camus, además de todos los genios de la literatura del boom latinoamericano como García Márquez, Vargas Llosa, Rulfo, Benedetti, Cortázar, Borges (el inmortal) y otros. Aunque para realizar un sueño hay que pasar por pesadillas como la lucha contra la burocracia y las limitaciones de quienes están en el poder. O de quienes manejan los recursos públicos.

P: ¿Hay algún tema que se prefiera no tocar o tabú en Cyberalfaro?
R: Nuestra universidad es laica y liberal por tanto estamos abierto a todo tipo de temas siempre que haya respeto a los demás y tolerancia.


P: ¿Cuáles son las temáticas que puede abordar Cyberalfaro?
R: Priorizamos los temas regiones en un gran porcentaje, luego los nacionales y ahí los globales. Hay que tener claro que el nuestro es un país diverso y de una provincia a otra, incluso de una ciudad a otra, hay tantas diferencias que hay muchos vacíos o muchos puentes que construir para después llegar a niveles de abstracción más complejos. Como región y como país somos simplistas y coyunturales, no hay que olvidarlo nunca.
P: ¿Con qué frecuencia sale la revista libro? ¿Cuál es su costo para el público y dónde se la consigue?
R: Salen tres al año, el costo es de 5 dólares, la política que usamos es que a cada autor se le paga con libros y este lo vende a su modo. Por tanto la mayoría queda en Manabí aunque hemos dejado en las principales librerías de Quito y Guayaquil algunos ejemplares.
Pero también cuenta que al año estamos publicando un promedio de 12 libros multidisciplinarios de: medicina, economía, folklore, historia, educación, literatura, etc. Apuntamos a ser una verdadera editorial universitaria en términos modernos, ahora en enero cumplimos 10 años, y entramos a la segunda fase por diez años más donde privilegiaremos el marketing, ventas, es decir todo lo que tiene que ver con la distribución en el país y fuera de él. Hasta tanto creemos que estamos posicionados, hemos alcanzado cierto grado de aceptación en lo temático y en lo formal. La industria editorial demanda el manejo de muchas disciplinas y como todo negocio hay que formarse, hacer alianzas, y correr riesgos de perder o ganar. Y creo que como ecuatorianos y manabitas ya hemos perdido mucho tiempo y dinero, y es hora de ganar con empresas mixtas, con el apoyo del estado y las iniciativas de los sueños privados.

P: ¿Cómo es el proceso para sacar adelante una edición de Cyberalfaro?
R: Se vuelve fácil a estas alturas, Cyberalfaro no es más que una rueda de un engranaje llamado Editorial Mar Abierto.

P: ¿En algún momento la revista libro se distribuirá en otras ciudades?
R: La distribución no solo es un problema nacional si no latinoamericano, y por eso hemos ido lentos pero sin pausa, cumpliendo las metas y objetivos esenciales para poder actuar como cualquier empresa que te distribuye desde una coca cola hasta un carro de último modelo. Tenemos por delante diez años para concretar y cumplir una auténtica distribución. Y nos faltarían unos 30 años más para saber si realmente la editorial es un hecho impreso en la memoria regional y nacional. Seguramente desde el otro lado sí sabremos que hicimos lo que teníamos que hacer: nada de declamación, nada de palabrerías, solo trabajado, más trabajo y más trabajo.

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